No esperes al primer día de calor para encender el aire
Si me das un euro por cada vez que me han llamado en julio diciendo “Paco, el aire no funciona y hace 40 grados”, te aseguro que me daba para unas vacaciones con aire acondicionado de sobra. Y lo entiendo, ¿quién se acuerda del aire en enero o febrero? Pero el momento clave para revisarlo no es en verano, sino en primavera.
En este artículo quiero contarte, desde la experiencia, por qué revisar el aire antes de que empiece el calor puede ahorrarte sustos, tiempo y dinero. Porque lo cierto es que muchas de las averías que se dan en plena ola de calor se podrían haber evitado con una simple revisión en abril o mayo.
¿Por qué revisar el aire acondicionado en primavera?
Vamos a lo básico. Tu aire lleva meses sin usarse. Puede que lo dejaste funcionando bien en septiembre, y ahora en mayo estás deseando volver a encenderlo. Pero durante todo ese tiempo, el polvo, la humedad o el frío han estado haciendo su trabajo silenciosamente.
Los filtros pueden estar sucios, el gas puede haber bajado de presión, y algún componente puede haberse resentido sin que tú lo sepas.
Además, en primavera hay menos demanda de servicios técnicos. Eso significa que podemos hacer la revisión con más calma, sin prisas, y si hay algo que reparar o ajustar, tienes margen para hacerlo antes de que lleguen los 35 °C a la sombra.
En cambio, si esperas a que empiece el calor para darte cuenta de que algo no va bien, puede que tengas que esperar días para que te atienda un técnico. Y en esos días, dormir sin aire en Albacete… no se lo deseo ni al peor enemigo.
¿Qué se revisa en una puesta a punto de primavera?
Una revisión de primavera no es solo pasarle un trapo al split y ya. Lo que hacemos es una puesta a punto completa, que incluye varias cosas importantes que ayudan a que el equipo funcione como debe, y además consuma menos.
Lo primero que miramos son los filtros. Se limpian bien, y si hace falta, se sustituyen. Un filtro sucio no solo huele mal, también hace que el aparato trabaje más y consuma más energía. También se revisan las baterías de intercambio de calor (el «radiador» interno del aparato), que pueden acumular polvo o humedad.
Después, comprobamos la presión del gas refrigerante. Si ha bajado, el aire no va a enfriar igual, y forzará el compresor. Eso es lo típico que te deja tirado en plena ola de calor. A tiempo, se puede recargar y dejar perfecto.
También revisamos el circuito eléctrico, los condensadores, el ventilador y la unidad exterior, que a veces está expuesta a la intemperie y acumula de todo: hojas, polvo, hasta insectos. Y no menos importante: se comprueba el desagüe. Si está atascado, es cuestión de tiempo que empiece a gotear o a formar humedades.
Y por supuesto, hacemos una prueba de funcionamiento completa: ver que enfría bien, que responde al mando, que no hay ruidos raros, ni vibraciones ni olores.
¿Y qué pasa si no se revisa?
Pues te lo cuento sin rodeos, porque pasa todos los años. El cliente espera a que llegue junio o julio, enciende el aire… y:
- No sale aire frío
- Hace un ruido raro
- Gotea por el split
- Huele a humedad
- O directamente… no enciende
Y claro, con el calor ya encima, toca buscar técnico de urgencia. El problema es que en esas fechas estamos todos saturados. Lo más normal es tener que esperar varios días, y con suerte, que no sea una avería grave.
Además, como el equipo no ha sido revisado, si está trabajando con los filtros sucios o sin gas suficiente, puede estar consumiendo mucho más de lo necesario. Es decir, estás pagando más en tu factura para obtener menos rendimiento.
Una revisión de primavera no es un gasto, es una forma de prevenir problemas mayores. A veces, con un simple ajuste o una limpieza a tiempo, el equipo vuelve a rendir como el primer día.
“Pero Paco, si mi aire funciona bien…”
Sí, lo sé. Y eso está genial. Pero precisamente por eso, conviene mantenerlo así. Un aire que va bien hoy, puede dejar de hacerlo mañana si no se cuida. Yo siempre pongo el mismo ejemplo: igual que llevas el coche a revisión aunque no se haya roto, con el aire pasa lo mismo. No esperes a que falle, anticípate.
Además, piensa que cuanto más se retrasa el mantenimiento, más trabajo acumulado tiene el aparato. Un motor forzado, un filtro atascado o una fuga pequeña, con el tiempo se convierten en un gasto importante.
Y si eres de los que usan el aire a diario en verano (como la mayoría en Albacete), más razón aún. Tu aire necesita llegar a julio en forma, no arrastrándose.
Hazlo con tiempo, sin prisas y con confianza
Una de las ventajas de revisar el aire en primavera es que no vas con el tiempo justo. Si vemos algo que arreglar, se puede hacer con margen. Si hay que pedir una pieza, no pasa nada. Y lo mejor: cuando llegue el calor, tú ya sabes que está todo en orden.
Además, como todavía no estamos en plena temporada, puedes pedir cita con antelación, elegir el día que mejor te venga, y tener la tranquilidad de que te atiende un profesional con tiempo, y no a la carrera.
Un pequeño gesto que te ahorra problemas grandes
Mira, no te lo digo por venderte nada. Te lo digo como si te lo estuviera contando en persona, mientras me enseñas dónde tienes el aparato: una revisión de aire en primavera te ahorra disgustos, facturas altas y esperas innecesarias en verano.
Y si estás por Albacete o alrededores, ya sabes que puedes contar conmigo. Llámame, hacemos una revisión a fondo, te explico cómo está tu equipo y te dejo todo listo para el calor. Así, cuando lleguen los 35 grados, tú solo tienes que encender el mando y disfrutar del fresquito.
Porque eso es lo que debería hacer un aire acondicionado: refrescarte la vida, no complicártela.